¿Por qué las criptomonedas suben y bajan tanto de precio? ¿Y qué puede hacer que eso pase menos?

Imagínate que las criptomonedas son como unas zapatillas de edición limitada. Al principio, casi nadie las conoce, pero de pronto se ponen de moda. Todo el mundo quiere comprarlas, pero hay pocas. Entonces el precio se dispara. Pero si al día siguiente la gente pierde el interés o sale un rumor de que son malas, todos quieren venderlas, y el precio cae en picado. Eso pasa con las criptomonedas: su precio depende mucho de cuánta gente las quiere y cuántas hay disponibles.

ACTIVOS INVERTIBLES

JESÚS LACALLE

4/27/20253 min read

Ahora te explico qué cosas ayudan a que no tengan estos altibajos tan bruscos, usando ejemplos fáciles:

1. Adopción: cuanta más gente las use, más estables serán Imagina que un día todos empezamos a usar una criptomoneda como si fuera el euro: para pagar en el súper, en el cine, en internet... Si eso pasara, la gente no estaría comprando y vendiendo todo el rato para especular, sino que usaría la cripto como dinero normal. Esto haría que el precio se moviera menos, como pasa con el euro o el dólar, que no cambian tanto cada día.

2. Regulación: poner reglas claras ayuda a que haya confianza Piensa en un partido de fútbol. Si no hay árbitro, todo el mundo hace trampas, se pelean y nadie confía en el juego. Pero si hay reglas claras, todos se sienten más seguros y juegan mejor. Pues en las criptos pasa algo parecido: si los gobiernos ponen normas para evitar fraudes o robos, más personas y empresas se animan a invertir sin miedo, y eso estabiliza el precio.

3. Stablecoins: monedas “tranquilas” que no se vuelven locas Hay criptomonedas especiales llamadas stablecoins que funcionan como una balanza. Están atadas al valor de monedas como el dólar. Es como si llevaras una mochila con globos (las criptos normales) que suben y bajan con el viento, y una piedra (la stablecoin) que te ayuda a mantener el equilibrio. Un ejemplo es USD Coin, que siempre vale más o menos lo mismo que un dólar.

4. Confianza: lo que la gente cree, importa mucho Si alguien famoso dice que una cripto es buena, muchos se lanzan a comprar. Pero si se filtra que una plataforma fue hackeada, todos venden por miedo. Esto es como cuando hay un rumor en clase de que va a haber examen sorpresa: aunque sea falso, el simple hecho de que lo digan ya cambia el comportamiento de todos. En el mundo cripto, el “sentimiento del mercado” afecta muchísimo.

5. Oferta y demanda: como en un mercado Si hay pocas manzanas y mucha gente quiere comprarlas, el precio sube. Pero si hay muchísimas manzanas y poca gente con hambre, el precio baja. Lo mismo pasa con las criptomonedas. Por ejemplo, Bitcoin solo puede haber 21 millones, como si fuera una colección limitada. Eso hace que, si mucha gente quiere bitcoins, el precio suba, pero no de forma exagerada si la demanda es constante.

6. Utilidad: si sirve para algo, vale más Hay criptomonedas que tienen una función concreta: por ejemplo, pagar las comisiones en una red, o acceder a ciertos servicios. Es como si tuvieras fichas que solo sirven en una sala de juegos. Si ese lugar es divertido y mucha gente va, tus fichas valen más. Pero si nadie va, tus fichas no sirven para nada. Cuanto más útil es una cripto, más estable tiende a ser su valor.

7. Ballenas: los “ricos del mar cripto” que lo agitan todo Hay personas o grupos que tienen miles de criptomonedas. Se les llama ballenas porque son tan grandes que, si se mueven rápido, hacen olas en todo el mar. Por ejemplo, si una ballena vende muchos bitcoins de golpe, el precio baja. Y cuando está barato, lo compran otra vez. Es como si un compañero de clase comprara todas las entradas de un concierto barato y luego las revendiera más caras. Hasta que no haya más gente participando (más adopción), estas ballenas seguirán teniendo demasiado poder.

En resumen, para que las criptomonedas dejen de parecer una montaña rusa, necesitamos tres cosas: que más gente las use de forma normal, que haya reglas claras para evitar trampas, y que sean realmente útiles, no solo una moda. Así, poco a poco, las criptos dejarán de ser un juego de azar y podrán convertirse en algo más parecido al dinero de verdad.