Europa ante la amenaza de una guerra comercial

En un mundo cada vez más interconectado, las tensiones comerciales pueden tener consecuencias devastadoras. Por eso, es fundamental actuar con prudencia y evitar que las emociones o los intereses políticos inmediatos precipiten decisiones que podrían perjudicar a todos. La posibilidad de una guerra comercial con Estados Unidos no solo pondría en riesgo el crecimiento económico global, sino que tendría un impacto particularmente negativo para Europa, que ya enfrenta una situación de incertidumbre económica.

ACTUALIDAD MERCADOS

ALEX SEGURA

2/17/20252 min read

Europa ante la amenaza de una guerra comercial

En un mundo cada vez más interconectado, las tensiones comerciales pueden tener consecuencias devastadoras. Por eso, es fundamental actuar con prudencia y evitar que las emociones o los intereses políticos inmediatos precipiten decisiones que podrían perjudicar a todos. La posibilidad de una guerra comercial con Estados Unidos no solo pondría en riesgo el crecimiento económico global, sino que tendría un impacto particularmente negativo para Europa, que ya enfrenta una situación de incertidumbre económica.

Un escenario de riesgo para la economía global

La historia demuestra que los conflictos comerciales pueden frenar el crecimiento mundial. En los años treinta, medidas proteccionistas profundizaron las consecuencias del crack de 1929, y algo similar podría ocurrir en la actualidad. En un contexto en el que la inversión y el consumo en la Unión Europea ya muestran signos de debilidad, una escalada en las tensiones comerciales solo agravaría la situación. El problema no es solo el proteccionismo estadounidense, sino también factores como la desregulación, la presión fiscal, los tipos de cambio y la política monetaria. Estos elementos han debilitado el proyecto europeo y han generado incertidumbre en los mercados.

Estados Unidos y su estrategia económica

Las políticas comerciales de Washington responden a una lógica clara: frenar la pérdida de hegemonía ante China. La creciente deuda pública estadounidense, que ya supera los 35 billones de dólares, es un reflejo de esta crisis de liderazgo. Este año, la deuda alcanzará entre el 98 % y el 105 % del PIB, niveles comparables a los de la Segunda Guerra Mundial. En este contexto, las primeras medidas de la administración estadounidense han sido incrementar los aranceles para reducir el déficit comercial con otros países y favorecer la apreciación del dólar. Sin embargo, esta estrategia también tiene efectos colaterales que pueden perjudicar a sus propios aliados y vecinos.

La mejor estrategia para Europa

Ante este panorama, lo más sensato para Europa sería seguir una estrategia negociadora, similar a la adoptada por México y Canadá. Esto implicaría buscar acuerdos que eviten un enfrentamiento comercial directo, al tiempo que se protege el crecimiento económico y se mantienen buenas relaciones con Estados Unidos. Este enfoque contrasta con el de algunos sectores que abogan por una respuesta más confrontativa. Sin embargo, en un escenario donde Europa tiene menos margen de maniobra, apostar por la diplomacia y la negociación podría ser la mejor manera de minimizar los daños y garantizar la estabilidad económica en el futuro.