El artículo señala que Trump y su equipo están desmantelando las instituciones federales mediante despidos masivos y recortes presupuestarios, justificando estas acciones con el argumento de reducir el déficit fiscal y eliminar la supuesta ineficiencia gubernamental. Esta estrategia no solo reconfigura la burocracia estatal, sino que también cambia la naturaleza del poder en EE.UU. El paralelismo con la frase de Elon Musk sobre el "muévete rápido y rompe cosas" es clave: la administración de Trump parece aplicar la lógica disruptiva de Silicon Valley a la política, desmantelando estructuras institucionales sin un plan claro de reconstrucción. Esto tiene profundas implicaciones en la gobernabilidad, ya que las democracias requieren instituciones estables y profesionales para funcionar eficazmente.

El impacto económico y geopolítico

Uno de los puntos críticos mencionados es la eliminación de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), lo que sugiere una retirada del liderazgo estadounidense en asuntos globales. Esto podría debilitar la influencia de EE.UU. en regiones clave, dejando espacio para potencias como China y Rusia. A nivel interno, la narrativa de Trump sobre el fraude en la administración pública, estimado entre 200,000 y 500,000 millones de dólares anuales, se utiliza como justificación para reducir el gasto estatal. Sin embargo, la falta de evidencia concreta sugiere que el verdadero objetivo es consolidar un Estado más pequeño y controlado por leales a su movimiento.

Conclusión: un cambio estructural de largo plazo

El artículo sugiere que Trump y la nueva derecha están diseñando un Estado más ideológico y menos técnico, lo que podría tener consecuencias duraderas para la administración pública estadounidense. Este proceso no solo redefine la política doméstica, sino que también altera el papel de EE.UU. en el orden mundial. Si esta tendencia continúa, la capacidad del gobierno para responder a crisis económicas, sociales y geopolíticas podría verse seriamente afectada, lo que abriría un debate sobre los límites del desmantelamiento del Estado y sus implicaciones para el futuro de la democracia estadounidense.