El sesgo de retrospectiva en los inversores: por qué creemos haber previsto lo imprevisible

El sesgo de retrospectiva es uno de los errores cognitivos más comunes en el mundo de la inversión. También conocido como hindsight bias, este sesgo lleva a los inversores a creer, después de que un evento ha ocurrido, que lo habrían previsto con facilidad. En otras palabras, las personas tienden a sobreestimar su capacidad para haber anticipado un resultado cuando ya tienen la información sobre lo que realmente sucedió.

MENTE INVERSORA

BEGOÑA SÁNCHEZ

4/30/20254 min read

Este fenómeno tiene implicaciones profundas en la toma de decisiones financieras, ya que distorsiona la percepción del riesgo, refuerza un exceso de confianza y dificulta el aprendizaje de los errores pasados. En este artículo, exploraremos en profundidad qué es el sesgo de retrospectiva, cómo afecta a los inversores y qué estrategias pueden implementarse para mitigarlo.

1. ¿Qué es el sesgo de retrospectiva? El sesgo de retrospectiva fue identificado por los psicólogos Daniel Kahneman y Amos Tversky dentro del campo de la economía del comportamiento. Se trata de la tendencia a ver los eventos pasados como más predecibles de lo que realmente fueron. Cuando los inversores miran hacia atrás y observan el comportamiento del mercado, suelen pensar que ciertos eventos eran "obvios" o "predecibles". Sin embargo, antes de que ocurrieran, la incertidumbre era mucho mayor de lo que recuerdan.

🔹 Ejemplo clásico: Un inversor que en 2008 no previó la crisis financiera podría, años después, afirmar que "era evidente que el mercado iba a colapsar" y que "todos los indicadores apuntaban a ello". Sin embargo, en ese momento, la realidad era mucho más ambigua y los expertos no lograban ponerse de acuerdo sobre la magnitud del problema. Este sesgo genera una ilusión de certeza retrospectiva, lo que impide que los inversores evalúen correctamente la incertidumbre real de los mercados y, en consecuencia, pueden tomar decisiones erróneas en el futuro.

2. ¿Cómo afecta el sesgo de retrospectiva a los inversores?

El sesgo de retrospectiva puede distorsionar la percepción y el comportamiento de los inversores de varias maneras, afectando negativamente su desempeño financiero.

a) Exceso de confianza y falsa sensación de control Cuando los inversores creen que siempre "supieron" lo que iba a pasar, pueden desarrollar un exceso de confianza en su capacidad de predicción. Esta falsa seguridad los lleva a asumir riesgos innecesarios, creyendo que pueden anticipar los próximos movimientos del mercado con facilidad.

🔹 Ejemplo: Un trader que predijo correctamente la caída de una acción podría convencerse de que sus habilidades analíticas son superiores, cuando en realidad su acierto pudo haber sido producto del azar. Este exceso de confianza podría llevarlo a operar con más apalancamiento en el futuro, aumentando su exposición al riesgo.

b) Subestimación del riesgo Si los inversores creen que los eventos pasados eran previsibles, pueden minimizar la incertidumbre inherente a los mercados financieros. Esto puede hacer que infravaloren los riesgos de nuevas inversiones, lo que los lleva a tomar decisiones sin la debida precaución.

🔹 Ejemplo: Después de un mercado alcista prolongado, los inversores pueden pensar que "siempre fue obvio" que la tendencia era positiva. Esto los puede llevar a subestimar el riesgo de una posible corrección o crisis futura.

c) Distorsión del aprendizaje y dificultad para mejorar estrategias

El sesgo de retrospectiva también interfiere con el aprendizaje de la experiencia. Si los inversores reinterpretan su historial de decisiones bajo la ilusión de que siempre supieron lo que iba a pasar, no analizarán adecuadamente sus errores ni ajustarán sus estrategias para el futuro.

🔹 Ejemplo: Un gestor de fondos que sufrió pérdidas en una crisis podría decir que "siempre supo que esto iba a pasar", cuando en realidad no tomó medidas preventivas. Esto le impide aprender de sus errores y prepararse mejor para futuras crisis.

d) Juicios erróneos sobre otros inversores y analistas El sesgo de retrospectiva también afecta la percepción de los inversores sobre otros actores del mercado. Puede llevarlos a juzgar con dureza a gestores, analistas y expertos que no "vieron venir" ciertos eventos, ignorando el hecho de que la información en el momento era limitada y confusa.

🔹 Ejemplo: Un inversor puede criticar a un analista por no haber previsto el colapso de una burbuja financiera, cuando en realidad, pocos tenían una visión clara en el momento.

3. Estrategias para mitigar el sesgo de retrospectiva Superar el sesgo de retrospectiva no es sencillo, ya que es una tendencia natural del cerebro humano. Sin embargo, existen estrategias que pueden ayudar a los inversores a minimizar su impacto y tomar decisiones más racionales.

a) Llevar un diario de inversiones Registrar todas las decisiones de inversión con la lógica detrás de cada una permite revisar, tiempo después, cuáles fueron los verdaderos factores que influyeron en la decisión y qué información estaba disponible en ese momento.

Ejemplo práctico: Un inversor que documenta sus motivos para comprar o vender un activo puede, meses después, evaluar con objetividad si su decisión fue acertada o no, sin caer en la trampa de reinterpretar el pasado.

b) Evaluar diferentes escenarios y probabilidades Es fundamental recordar que los mercados operan bajo incertidumbre. Antes de tomar una decisión, los inversores deben considerar múltiples escenarios posibles y asignar probabilidades realistas a cada uno.

Ejemplo práctico: En lugar de decir "esto va a pasar", un buen inversor se pregunta "¿cuáles son los diferentes desenlaces posibles y qué probabilidad tiene cada uno?".

c) Consultar opiniones contrarias Para evitar la ilusión de certeza retrospectiva, es útil buscar opiniones diversas sobre un mismo evento. Contrastar diferentes puntos de vista ayuda a recordar que el futuro siempre es incierto y que los análisis del pasado pueden estar sesgados.

Ejemplo práctico: Un inversor que creyó que "era obvio" que el mercado subiría puede revisar informes antiguos y notar que había analistas con opiniones muy distintas en su momento.

d) Adoptar una mentalidad de aprendizaje continuo En lugar de juzgar las decisiones pasadas con la ventaja del conocimiento posterior, los inversores deben centrarse en qué pueden aprender de cada experiencia. La clave no es predecir el futuro con certeza, sino mejorar la capacidad de adaptación ante distintos escenarios.

Ejemplo práctico: En lugar de decir "siempre supe que esto iba a pasar", un buen inversor se pregunta "¿qué señales pasé por alto y cómo puedo detectarlas mejor en el futuro?".

Conclusión: La importancia de la humildad y la autoconciencia en la inversión

El sesgo de retrospectiva es un enemigo silencioso de la racionalidad en la inversión. Nos hace creer que el pasado era más predecible de lo que realmente fue, lo que a su vez alimenta el exceso de confianza, la subestimación del riesgo y la dificultad para aprender de los errores. Para evitar caer en esta trampa, es crucial que los inversores desarrollen autoconciencia y humildad intelectual.

Reconocer la incertidumbre del mercado, documentar las decisiones sin distorsiones retrospectivas y analizar las inversiones con una mentalidad de aprendizaje continuo son estrategias clave para mejorar el proceso de toma de decisiones. En última instancia, los mejores inversores no son aquellos que creen haber previsto todo, sino aquellos que saben gestionar la incertidumbre con disciplina y objetividad.