El sesgo de disponibilidad: cómo la memoria influye en las decisiones de inversión

Los mercados financieros están llenos de incertidumbre, y los inversores deben evaluar constantemente la probabilidad de distintos escenarios para tomar decisiones informadas. Sin embargo, nuestra mente no procesa la información de manera completamente objetiva. En muchas ocasiones, las decisiones se ven influenciadas por recuerdos recientes o ejemplos fácilmente accesibles en nuestra memoria, en lugar de basarse en un análisis racional de datos y probabilidades.

MENTE INVERSORA

BEGOÑA SÁNCHEZ

5/14/20254 min read

Este fenómeno se conoce como sesgo de disponibilidad, un error cognitivo que hace que los inversores sobreestimen o subestimen la probabilidad de un evento en función de qué tan fácil es recordar un caso similar. En este artículo, exploraremos cómo este sesgo afecta la toma de decisiones en el mundo de la inversión, sus consecuencias y las estrategias para minimizar su impacto.

1. ¿Qué es el sesgo de disponibilidad? El sesgo de disponibilidad (availability bias) fue descrito por Daniel Kahneman y Amos Tversky, pioneros en la economía del comportamiento. Este sesgo se basa en la tendencia de las personas a juzgar la probabilidad de un evento según qué tan fácil es recordar casos similares, en lugar de basarse en datos objetivos. Cuando una noticia o experiencia es reciente, impactante o ampliamente difundida en los medios, se vuelve más accesible en nuestra memoria y, por lo tanto, más influyente en nuestra percepción del riesgo y la rentabilidad.

🔹 Ejemplo común: Si un inversor ve repetidamente noticias sobre quiebras bancarias, es probable que sobrestime el riesgo de que su banco también quiebre, aunque las probabilidades reales sean bajas. Este sesgo afecta la inversión de dos maneras principales:

📌 Sobreestimación de eventos recientes o impactantes.

📌 Subestimación de eventos menos notorios pero más frecuentes.

2. Cómo el sesgo de disponibilidad afecta a los inversores El sesgo de disponibilidad puede distorsionar la percepción del riesgo y la rentabilidad esperada, llevando a los inversores a tomar decisiones irracionales.

a) Sobreestimación de eventos recientes o mediáticos Los inversores tienden a dar demasiado peso a eventos recientes o ampliamente cubiertos por los medios, creyendo que son más probables de lo que realmente son.

🔹 Ejemplo: Después de una crisis bursátil, los inversores pueden asumir que otra caída está a la vuelta de la esquina, ignorando datos históricos que muestran que las recesiones profundas son poco frecuentes.

📌 Consecuencia: Este miedo puede llevarlos a vender activos en pánico o a evitar invertir en acciones, perdiendo oportunidades de crecimiento.

b) Subestimación de riesgos poco visibles El sesgo de disponibilidad también puede hacer que los inversores ignoren riesgos que no han experimentado personalmente o que no reciben cobertura mediática constante.

🔹 Ejemplo: Antes de la crisis financiera de 2008, muchos inversores no consideraban el riesgo de un colapso del sistema bancario porque no había ocurrido recientemente. Como resultado, subestimaron la posibilidad de una crisis hipotecaria.

📌 Consecuencia: Este sesgo puede hacer que los inversores asuman demasiado riesgo en mercados aparentemente estables, sin considerar amenazas ocultas.

c) Influencia de experiencias personales en la toma de decisiones Los inversores suelen basar sus expectativas en su experiencia reciente, en lugar de en datos históricos amplios.

🔹 Ejemplo: Si un inversor obtiene grandes ganancias con criptomonedas en un año alcista, puede asumir que este mercado siempre será rentable, ignorando su alta volatilidad histórica.

📌 Consecuencia: Puede llevar a decisiones impulsivas y a asumir riesgos excesivos sin considerar el largo plazo.

3. Estrategias para mitigar el sesgo de disponibilidad Aunque el sesgo de disponibilidad es un proceso automático de la mente, existen formas de reducir su impacto y tomar decisiones más racionales.

a) Basar las decisiones en datos y no en recuerdos recientes Es fundamental utilizar análisis cuantitativos y datos históricos en lugar de depender de experiencias personales o noticias recientes.

Ejemplo práctico: Antes de vender por miedo a una crisis, un inversor puede revisar la frecuencia y duración de caídas similares en el pasado para evaluar si la reacción está justificada.

b) Evitar la sobreexposición a noticias alarmistas Los medios de comunicación tienden a resaltar eventos negativos o extremos porque generan más impacto. Para evitar una percepción sesgada del mercado, es recomendable diversificar las fuentes de información y no tomar decisiones basadas solo en titulares.

Ejemplo práctico: Un inversor que teme una recesión inminente puede revisar indicadores económicos objetivos en lugar de basarse en la opinión de un solo analista mediático.

c) Analizar decisiones pasadas sin sesgo emocional Llevar un diario de inversiones y revisar decisiones anteriores puede ayudar a detectar patrones y corregir errores sistemáticos.

Ejemplo práctico: Un inversor que ha evitado acciones tecnológicas después de la burbuja de las puntocom puede analizar si su aversión está basada en datos actuales o en un evento del pasado que ya no es relevante.

d) Pensar en términos de probabilidades y largo plazo En lugar de enfocarse en eventos individuales, los inversores deben considerar la probabilidad de diferentes escenarios y su impacto en el portafolio a largo plazo.

Ejemplo práctico: Un inversor que teme una crisis puede preguntarse: "¿Cuál es la probabilidad real de una caída del mercado y cómo puedo prepararme en lugar de reaccionar con miedo?".

e) Diversificar para reducir la influencia de eventos aislados La diversificación permite minimizar el impacto de eventos extremos y evita que un solo factor afecte desproporcionadamente la cartera.

Ejemplo práctico: Un inversor que teme una crisis bancaria puede distribuir su dinero en diferentes activos, como acciones, bonos y bienes raíces, en lugar de reaccionar con pánico.

Conclusión: La importancia de un enfoque racional en la inversión

El sesgo de disponibilidad es un error cognitivo que afecta a todos los inversores, ya que la mente humana tiende a recordar eventos recientes o impactantes con más facilidad. Esta distorsión en la percepción del riesgo puede llevar a decisiones impulsivas, como vender en pánico después de una crisis o asumir demasiado riesgo en mercados aparentemente seguros. Para combatir este sesgo, los inversores deben basar sus decisiones en datos objetivos, evitar la sobreexposición a noticias alarmistas y analizar su historial de inversiones de manera crítica. La clave para el éxito en los mercados no es reaccionar a eventos individuales, sino desarrollar una estrategia disciplinada y bien fundamentada.

En un mundo financiero lleno de incertidumbre, aquellos inversores que logren minimizar la influencia de la disponibilidad y tomen decisiones basadas en evidencia tendrán una ventaja significativa sobre el resto.