Acciones

Acciones: una parte de la empresa… y de su montaña rusa financiera Invertir en acciones es como convertirte en un pequeño socio de una empresa que cotiza en bolsa. Si compras acciones de, por ejemplo, Telefónica o Repsol, estás adquiriendo una parte de esa compañía, con todos los derechos (y riesgos) que eso conlleva.

ACTIVOS INVERTIBLES

JESÚS LACALLE

6/13/20252 min read

¿Qué son exactamente las acciones?

Las acciones —también llamadas stocks en inglés— son títulos de propiedad. Cuando compras una, te conviertes en accionista, lo que significa que eres dueño de una parte proporcional de la empresa.

Esto te da derecho a:

Participar en las ganancias (a través de dividendos, si la empresa los reparte).

Beneficiarte del crecimiento de la empresa (si sube el precio de la acción).

• En algunos casos, incluso votar en las juntas de accionistas.

¿Cómo ganas dinero con las acciones?

Principalmente de dos formas:

1. Apreciación del capital: compras una acción a 20 € y, si con el tiempo sube a 30 €, puedes venderla y ganar 10 € por acción.

2. Dividendos: si la empresa genera beneficios y decide repartirlos, te paga una cantidad fija por cada acción que tengas. No todas las empresas reparten dividendos, pero muchas lo hacen como recompensa a sus inversores.

¿Por qué son tan atractivas?

Porque históricamente las acciones han sido la clase de activo con mayor rentabilidad a largo plazo. Invertir en buenas empresas y mantener la inversión durante muchos años ha sido una estrategia ganadora para muchos inversores. Además:

Tienen liquidez: se pueden comprar y vender fácilmente en bolsa, casi en cualquier momento.

• Permiten acceder al crecimiento económico global, especialmente si inviertes en acciones internacionales.

¿Y los riesgos? Aquí viene la parte delicada: las acciones son muy volátiles. Pueden subir con fuerza… pero también caer de golpe. Sus precios dependen de muchísimos factores:

• Resultados financieros de la empresa.

• Noticias y rumores del sector.

• Situaciones económicas globales (inflación, tipos de interés, guerras…).

• Estado de ánimo de los mercados.

Ejemplo: Una empresa puede presentar buenos resultados y aun así caer en bolsa si el mercado esperaba algo mejor. O al revés: puede subir aunque no gane dinero, si los inversores confían en su futuro. Por eso se dice que las acciones tienen un riesgo alto. No es raro ver fluctuaciones del 10 %, 20 % o más en poco tiempo.

¿Para quién son adecuadas?

• Para inversores con un horizonte largo (mínimo 5-10 años).

• Para quienes pueden tolerar altibajos sin entrar en pánico.

• Para perfiles que buscan máxima rentabilidad a largo plazo, aunque eso implique asumir riesgos a corto plazo.

¿Quién regula este mercado? En España, la compra y venta de acciones está supervisada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y por las bolsas de valores (como la Bolsa de Madrid). Esto garantiza cierta transparencia y protección para los inversores.

En resumen, invertir en acciones es apostar por el crecimiento de empresas en las que crees. Tiene el potencial de ofrecer grandes beneficios, pero también exige sangre fría y visión a largo plazo. Es como subir a una montaña rusa: si aguantas los giros, las bajadas y los sustos, puede llevarte muy lejos.

La importancia de los mercados privados para los inversores | M&G Investments, fecha de acceso: abril 17, 2025, Invertir en acciones | Cómo invertir en renta variable - VanEck, fecha de acceso: abril 17, 2025, https://www.vaneck.com/es/es/invertir-en-acciones/ https://www.mandg.com/investments/professional-investor/es-es/perspectivas/actualizaciones-recientes/2025/04/la-importancia-de-los-mercados-privados-para-los-inversores